EL PORQUÉ DE LAS TIC EN EDUCACIÓN
El computador electrónico fue inventado a mediados del
siglo pasado; el computador personal llegó al mercado después de 1975; e
Internet se hizo público y la Web comenzó a enriquecerse a mediados de la década
de los 90. Esos grandes hitos están entre los más visibles de la revolución que
han experimentado las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en
los últimos 60 años. Esa revolución ha ido acompañada, y ha sido impulsada, por
una reducción dramática, sin precedente en la historia de las tecnologías, en
los costos de manejar, guardar y transmitir información.
Desde hace varias décadas se comenzó a especular sobre el
impacto que la revolución en las TIC podría tener en la educación, en todos sus
niveles. Esa especulación, y los múltiples ensayos que la siguieron, se han
convertido en los últimos años, especialmente a partir del desarrollo de la Web,
en un gran movimiento que está transformando la educación en muchos lugares del
mundo desarrollado.
Infortunadamente, no se ha cumplido una de las predicciones
de la especulación inicial, a saber: que la revolución de las TIC permitiría a
los países en desarrollo mejorar sus sistemas educativos a pasos agigantados,
hasta alcanzar a los de los países ricos. Por el contrario, lo que se observa en
años recientes es un aumento en la brecha entre la típica escuela
latinoamericana y la típica escuela en muchos países de la OCDE (Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económicos)
Eso no tiene necesariamente que ser así: los gobiernos de
América Latina tienen ahora la gran oportunidad de transformar sus sistemas
educativos; de mejorar la calidad de sus escuelas; de reducir la inequidad en
las oportunidades que se ofrecen a los jóvenes de los diferentes estratos
socioeconómicos de sus países; y de preparar a su población para los retos que
entraña la economía globalizada, muy competitiva, de la sociedad del
conocimiento característica del siglo XXI.
Los cambios tecnológicos en los microprocesadores y en los
dispositivos de memoria digital, así como el aumento de capacidad de transmisión
de información en fibra óptica y en sistemas inalámbricos y, la disponibilidad
de muchísimos recursos gratuitos en la Web han reducido los costos de
aprovechamiento del potencial de las TIC en la educación a niveles no soñados
por educadores o gobernantes hace sólo 10 años.
Este artículo expresa la posición de la FGPU y de Eduteka
sobre las razones por las que se hace urgente aprovechar esta oportunidad que se
presenta a las naciones de América Latina para transformar su educación; y
pretende servir de material de información y persuasión para argumentar con
solidez este tema ante directivos educativos, gobernantes y legisladores.
UNA RAZÓN BÁSICA
La pobreza de recursos educativos en la mayoría de las
escuelas latinoamericanas es bien conocida. En particular, la escasez de
materiales en sus bibliotecas es una de las más serias limitaciones para la
formación de niños y jóvenes de los sectores menos favorecidos económicamente.
Esa carencia podría resolverse con una dotación mínima de computadores con
acceso a Internet de banda ancha en las bibliotecas escolares. La gran cantidad
de libros, revistas, periódicos, diccionarios, enciclopedias, mapas, documentos,
videos, muchísimos de ellos gratuitos y con capacidad de multimedia, justifican
una inversión inicial en dotación e instalación de equipos y un gasto de
sostenimiento cuyo valor sería marginal si se lo compara con el gasto educativo
de cualquier país latinoamericano. El acceso a Internet permitiría, además, una
cantidad de experiencias educativas nuevas como visitas a museos de arte y de
ciencias, acceso a laboratorios virtuales, viajes virtuales a ciudades o
regiones remotas, utilización de software educativo interactivo, etc.
Ese esfuerzo de dotación general a las bibliotecas
escolares traería importantes cambios a las instituciones educativas, abriría
las puertas de un nuevo mundo para sus estudiantes y ayudaría a mejorar la
calidad de la educación latinoamericana.
DOS RAZONES FUNDAMENTALES
Pero existen dos razones muy importantes por las que los
gobiernos deben ir mucho más allá de dotar las bibliotecas escolares con acceso
a la Web (ver gráfica).
Por una parte, debido precisamente a los múltiples cambios
originados por la revolución de las TIC, las competencias requeridas a los
graduados de los sistemas escolares de América Latina han cambiado. Y esos
sistemas escolares deben atender esas nuevas demandas para que los jóvenes que
pasan por ellos estén mejor habilitados para llevar una vida personal,
productiva y cívica valiosa en el siglo XXI.
Además, las TIC, con toda la gama de herramientas de
hardware y software que contienen, convertidas en herramientas de la mente,
usadas para potenciarla, facilitan la creación de ambientes de aprendizaje
enriquecidos, que se adaptan a modernas estrategias de aprendizaje, con
excelentes resultados en el desarrollo de las habilidades cognitivas de niños y
jóvenes en las áreas tradicionales del currículo.
ExperTICia
Proponemos llamar experTICia a la condición de una persona
competente en las nuevas demandas de formación originadas en la revolución de
las TIC, demandas que, como ya se dijo, deben ser atendidas por cualquier
sistema escolar de calidad contemporáneo.
La experTICia incluye unas competencias relacionadas con el
hardware y el software; otras relacionadas con los contenidos de la información
y las comunicaciones; y un tercer tipo que enlaza las dos anteriores con
capacidades intelectuales de orden superior.
Las primeras implican un conocimiento de los conceptos
fundamentales de las TIC y la habilidad en el uso de sus diversas
herramientas.
Los conceptos fundamentales son las bases sobre las que se
construyen las TIC; el computador, las redes, los sistemas de información, la
representación digital o binaria de la información, los modelos, el pensamiento algorítmico y la programación son algunos de ellos
[1]. Si las TIC no evolucionaran, el conocimiento de estos conceptos sería
innecesario; bastaría saber usar los equipos y el software; pero las TIC cambian
permanentemente y una buena comprensión de sus fundamentos permite estar
preparado para las innovaciones y adaptarse rápidamente para aprovechar las
nuevas oportunidades.
La lista de habilidades requeridas en el uso del hardware y
el software cambia frecuentemente, según aparecen nuevos productos y nuevas
aplicaciones. Entre las más importantes hoy, tendríamos: instalación del
computador, uso de las funciones básicas del sistema operativo, uso del procesador de texto, uso de un sistema de presentación multimedia, conexión a una red, uso de un navegador para buscar recursos en la Web, uso de sistemas de correo o de comunicación con otros [2], uso de una
hoja de cálculo, uso de un manejador de bases de datos, uso de cámaras digitales de fotografía y video, uso de algunos
servicios de la Web 2.0, etc.
El conocimiento de los conceptos fundamentales de las TIC y
las habilidades en el uso del hardware y del software componen la primera parte
de la experTICia. La segunda, está relacionada con el uso y la producción de los
contenidos de la información, tanto en la Web como en los medios digitales en
general.
Como se dijo antes, la mayoría de los latinoamericanos se
ha educado sin acceso a una cantidad siquiera apreciable de fuentes de
información y conocimiento: libros, revistas, diarios, enciclopedias, etc. En la
nueva realidad, el acceso a la Web con su inmensa cantidad de recursos valiosos
y, al mismo tiempo, de material inútil y basura, exige el desarrollo de una
primera competencia nueva: la de manejo de información (CMI); que capacita al
joven para definir el problema de información que enfrente, escoger, ejecutar y
refinar su estrategia de búsqueda, juzgar la validez de las fuentes de la
información obtenida y procesar esa información.
Además, ante la creciente avalancha producida por la gran
cantidad de medios y mensajes mediáticos a la que está expuesto el ciudadano
normal, se requiere el desarrollo de otra competencia nueva: el Alfabetismo en
Medios; se trata de la comprensión de cómo se construyen los mensajes que
contienen, para qué propósitos, usando cuáles herramientas; se trata de aprender
a examinar cómo diferentes individuos interpretan los mensajes de manera
diferente, cómo se pueden incluir o excluir ciertos valores y puntos de vista,
cómo los medios pueden influir en creencias o comportamientos; se trata no solo
de aprender a recibir los mensajes críticamente, sino de aprender a producirlos
y a emitirlos.
Tanto la CMI como el alfabetismo en medios demandan una lectura y una escritura diferentes a las tradicionales: son multimediales
(con sonido e imagen), son hipertextuales (con enlaces que permiten navegar
entre varios textos), son interactivas, contienen íconos e información gráfica;
implican, en fin, un nuevo alfabetismo.
Además, estas competencias relacionadas con el uso y la
producción de contenidos de información exigen una comprensión de los asuntos
éticos y legales implicados en el acceso a la información y en su utilización,
como el plagio y los derechos de autor.
La experTICia incluye un tercer tipo de competencia que
liga las TIC y las competencias hasta aquí enunciadas con las capacidades
intelectuales de orden superior. Esta inclusión se manifestó, talvez por primera
vez, en el informe “Being Fluent
with Information Technology” del Consejo Nacional de Investigación de
los Estados Unidos, en 1999. Ellos incluyeron, entre otras, las que llaman
razonamiento sostenido, manejo de complejidad y prueba de soluciones. Un informe más
reciente, “Evaluación de las Competencias del Siglo XXI: el panorama
actual” (pdf, 460Kb), de junio de 2005 se refiere a cómo países tan diversos
como el Reino Unido, Finlandia, Singapur, Israel y Corea del Sur están tratando
la experTICia como una de las áreas de competencia centrales en sus currículos
nacionales y “artículos que emanan de (sus) Ministerios de Educación y
organizaciones aliadas trazan un enlace explícito entre las TIC y capacidades
intelectuales de orden superior”. Muy recientemente, los nuevos
estándares de TIC para estudiantes de los Estados Unidos, preparados por ISTE incluyen “competencias de creatividad, innovación,
investigación, pensamiento crítico, solución
de problemas, toma de decisiones, entre otras”, con el uso de herramientas y
recursos digitales apropiados”.
Como se dijo antes, el desarrollo de todas estas
competencias que hacen parte de la experTICia, es ahora una función crítica de
cualquier sistema educativo de calidad.
AMBIENTES DE APRENDIZAJE ENRIQUECIDOS
Pero, como también quedó dicho atrás, hay otra razón muy
importante para que los gobiernos se comprometan en la incorporación masiva de
las TIC
en sus sistemas escolares: las TIC, bien aprovechadas, tienen el potencial
de enriquecer muchísimo y a bajo costo los ambientes de aprendizaje en los que
se educan niños y jóvenes latinoamericanos. Y esos ambientes enriquecidos
permitirían niveles de aprendizaje y de desarrollo de competencias mucho más
elevados que los que existen hoy. Los costos de los computadores, de sus equipos
periféricos, como escáneres o impresoras, y de muchos dispositivos digitales
como cámaras, sensores,
sondas, agendas, teléfonos celulares, etc., que funcionan con los
computadores o en lugar de ellos, han bajado dramáticamente. Empiezan a verse ya
programas pilotos con computadores diseñados especialmente para uso escolar, con
precios entre 170 y 300 dólares, como el XO de la Fundación
“One laptop per child (OLPC)” (un portátil por niño) o como el Classmate de Intel. Esos equipos traen incorporados varios
dispositivos valiosos, tienen especificaciones técnicas apropiadas para el uso
escolar y vienen con una serie de programas de software suficientes para gran
variedad de aplicaciones.
La propuesta de los fabricantes de estos equipos es llegar
a la situación “uno a uno”; un computador por cada niño o joven; e, idealmente,
un computador cuyo usuario pueda tenerlo y usarlo tanto en la institución
educativa como en su casa.
Pero ¿Por qué se querría llegar a esa situación de “uno a
uno”? ¿no sería suficiente tener unas pocas aulas o laboratorios de computadores
a donde los estudiantes vayan a desarrollar las competencias propias de la
experTICia? Porque el “uno a uno” ofrece muchísimas ventajas: mediante su propia
memoria o mediante el acceso a la Web, puede reemplazar libros, manuales o
textos, diccionarios, enciclopedias, cuadernos o libretas y demás productos de
papel para todas las materias que hoy requiere cualquier estudiante para el plan
de estudios; además, un equipo como el XO ofrece cámara
fotográfica, micrófono, parlantes y otras facilidades de comunicación; pero lo
más importante es que el software que trae incorporado el equipo y su acceso a
Internet permiten convertirlo en herramienta de la mente. David Jonassen, en un
artículo sobre ese concepto, dice que “las herramientas de la mente son aplicaciones de los computadores
que, cuando son utilizados por los estudiantes para representar lo que saben,
necesariamente los involucran en pensamiento crítico acerca del contenido que
están estudiando”. Un ejemplo clásico, presentado por el mismo Jonassen, es el
uso de Bases de Datos; la organización de una información, que puede haber sido
obtenida por el estudiante o suministrada por el docente, en la forma de una
Base de Datos sobre la que pueden efectuar después consultas específicas,
necesariamente involucra al estudiante en razonamiento analítico y le exige
pensar acerca de relaciones causales entre ideas. Jonassen nos presenta varios
grupos de aplicaciones de los computadores que representan diversos tipos de
herramientas de la mente: de organización
semántica, de modelado dinámico, de interpretación de información, de
construcción de conocimiento y de conversación y colaboración.
Solo cuando se llega a una situación de “uno a uno” pueden
los estudiantes usar el computador todo el tiempo y para todas las áreas o
materias como herramientas de la mente. En la situación convencional de
aulas o laboratorios de cómputo, aún en las instituciones educativas en las que
se llega a relaciones de 10 estudiantes por computador, es muy difícil avanzar
más allá de una experTICia aceptable. El número limitado de horas en las que el
estudiante puede usar los equipos dificulta mucho un progreso mayor.
Quizá por una coincidencia afortunada, estos computadores
potentes y muy económicos, están disponibles en esta época, cuando hay más
reconocimiento del potencial de la pedagogía constructivista, basada en
estrategias de aprendizaje activo, como la mayor potenciadora del aprendizaje de
los estudiantes. En las últimas décadas, se ha venido acumulando un consenso
creciente sobre las teorías relacionadas con el aprendizaje humano; una buena
expresión de ese consenso está contenida en el libro “Cómo aprende
la gente” de la Academia Nacional de Ciencias de los EE.UU. La aplicación de
esas teorías, empleando las TIC como herramientas de la mente, permite la
creación de ambientes enriquecidos, donde los estudiantes pueden construir su
propio conocimiento más rápida y más solidamente.
Esos ambientes de aprendizaje, enriquecidos mediante el uso
generalizado de las TIC, son lo que realmente pueden transformar la calidad de
la educación.
NOTAS DEL EDITOR:
[1] Being Fluent with
Information Technology, documento publicado por la editorial de la Academia
Nacional de Ciencias de Estados Unidos(NAP) http://www.nap.edu/catalog.php?record_id=6482
[2] Herramientas de comunicación como Chat, Messenger,
Skype, redes sociales (facebook, mySpace, Hi5, tagged, etc).
CRÉDITOS:
Documento elaborado por
EDUTEKA.
Publicación de este documento en EDUTEKA: Septiembre 01
de 2007.
Última modificación de este documento: Septiembre 01 de
2007.
Autor de este documento:
Francisco Piedrahita Plata
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