¿De verdad queremos aprender inglés?

¿Cómo es posible que nuestros alumnos lleven 10 años estudiando inglés y no sepan decir prácticamente nada? La respuesta es sencilla: nuestro manera de enseñar los idiomas no es la adecuada.
Lo primero que tenemos que hacer si queremos que nuestros alumnos aprendan bien un idioma es exponerlos a ese idioma. Es decir, vamos a olvidarnos de libros de texto con infinidad de vocabulario, gramática, lectura y escritura, y vamos a oír. Sí, me han oído bien, vamos a escuchar inglés: con películas, con reportajes, con noticias, con canciones. Vamos a sumergirlos en el mundo real.
Los libros de texto llevan siempre los mismos puntos gramaticales: presente simple, presente contínuo, pasado simple, pasado continuo, futuro. Año tras año les explicamos lo mismo, los examinamos de lo mismo, aprueban, pero ¡ni una palabra de inglés! Y luego llega bachillerato, donde a los alumnos se les prepara para la prueba de acceso a la universidad. En esa prueba no hay ningún apartado de expresión o comprensión oral por lo que obviamos las 2 partes más importantes del aprendizaje de un idioma para centrarnos en lo que va a representar el futuro del alumno: que consiga buena nota en nuestra asignatura para que pueda estudiar el grado que le interese.
El fallo es que, en todo ese tiempo, en todos esos años, prácticamente no han oído hablar inglés; sólo, y en contadas ocasiones, el inglés que aparece en los libros de texto que, en la mayoría de los casos, no se asemeja a la realidad. 
Vamos a olvidarnos de un profesor y unos alumnos, de pupitres y sillas, de libros y libretas, y vamos a dialogar, a ponerlos en situaciones de la vida cotidiana, a hacerlos expresarse y comunicarse, a hacerse entender. Lo importante es la comunicación. Si ha utilizado un presente simple en vez de un pasado no es tan importante como que el mensaje llegue al receptor. Luego, más tarde, cuando ya estén habituados al sonido del inglés, al ritmo del inglés, entonces vamos a darles unas nociones sobre cómo escribir o cómo expresarme más adecuadamente.
Una vez oí que si un niño recién nacido no escucha nada, nadie le habla, es imposible que ese niño hable, por lo tanto, se queda mudo. Si nuestros alumnos no oyen es imposible que hablen.
Y si le estamos dando tanta importancia a los idiomas, ¿por qué sólo hay 3 horas de inglés a la semana? Para que un nativo empiece a hablar su lengua pasa unos 3 ó 4 años de su vida escuchando su idioma sin parar.
 Muchas veces nos preguntamos cómo los alumnos de otros países saben hablar muy bien el inglés y los españoles estamos en el vagón de cola. Lo que ignoramos es que la mayoría de esos países no tienen una industria de doblaje tan importante como la que hay en este país. Las películas las ven en versión original y los subtítulos en su idioma, por lo tanto, cada vez que ven una película están siendo expuestos al idioma.
Poco a poco la tecnología está llegando a nuestras aulas, tenemos pizarras digitales que podemos aprovechar para iniciar a los niños en la lengua inglesa ¿por qué no podemos olvidarnos de los libros y enseñarles el idioma?

Os dejo uno de los programas con más éxito de los Estados Unidos en una entrevista con George Clooney subida por Rustam Rustamov a youtube.